Wednesday, August 29, 2012

Que es lo que necesitas? No confundirnos.....


COMER POR ANSIEDAD GENERA OBESIDAD
 La obesidad es una enfermedad y es la adicción más difícil de vencer; porque se puede dejar el cigarrillo, el alcohol o las drogas pero lo que no se puede hacer es dejar de comer.Por lo tanto, más que vivir haciendo dieta, lo más adecuado y eficaz es incorporar nuevos hábitos y desterrar viejas costumbres que son las que llevan a aumentar de peso. Sabemos que lo que más le cuesta a la mayoría de la gente es cambiar, pero si una persona está suficientemente motivada, puede conseguir sus objetivos sin hacer inhumanos esfuerzos.
Tomar la decisión de bajar de peso no es suficiente, porque se necesita además el compromiso con uno mismo.
A medida que el peso del cuerpo se eleva, baja la autoestima y aumenta la culpa; y no solamente se crea un problema estético al engordar sino que también se compromete todo el funcionamiento orgánico. Las dificultades de un obeso no terminan con el deterioro de su salud y su peso sino que contaminan todas las áreas de su personalidad, como sus relaciones personales, su trabajo y su calidad de vida. Por eso, la decisión de bajar de peso, no sólo mejora la salud y el aspecto físico sino que además mejora la situación personal eliminando un grave obstáculo para iniciar una nueva vida.
Una vez logrado el objetivo de reducir el peso hasta el nivel deseado, recién comienza el verdadero esfuerzo, que a diferencia de la dieta estricta, nunca termina y que consiste en mantenerse delgado. El mantenimiento no exige un plan de alimentación riguroso porque sería imposible llevarlo a cabo, sino que se trata de aprender a comer moderadamente siempre. Existen algunos tips que pueden ayudar a mantener el peso adecuado toda la vida.
-Cada persona debe conocer su propio cuerpo y mirarse al espejo de frente y de perfil, para tomar conciencia, si tiene sobrepeso. Hay muchos que sólo se miran de frente porque no quieren creer que están gordos.
-Es necesario comprometerse a mantener el peso normal según la estructura del cuerpo y la edad que tenga cada uno, para siempre.
-Pesarse todos los días a la misma hora y en la misma balanza.
-Realizar actividad física diariamente, durante treinta minutos como mínimo
-Hacer las compras con el estómago lleno y comprar estrictamente lo necesario.
-Evitar los excesos y aprender a ser moderado en todo.
-Incentivar nuevas relaciones y nuevos intereses
-Aprender a prepararse la comida, cocinar es un arte útil para mantener el peso y además es terapéutico.
-Distinguir entre las señales de hambre y las de ansiedad
-Comer sentado y masticar los alimentos 28 veces como mínimo.
-Tomar mucho líquido sin alcohol.
-Servirse en plato de postre
-Dejar siempre el último bocado en el plato
-Comer de cuatro a seis veces por día con intervalos no mayores de tres horas.
-No saltear comidas
-Achicar toda la ropa
-Dejar de comer cuando no se tiene más hambre y no esperar a sentirse lleno.
-No lea ni vea televisión mientras come.
-Si comete una trasgresión no sienta culpa, disfrútela y continúe con la siguiente comida moderada sin modificar nada.
-Ayude a otros a bajar de peso y atrévase a formar su propio grupo de autoayuda
-Si tiene ansiedad salga a caminar, hable por teléfono, vea una película, haga ejercicio, tome un baño, medite, arregle las plantas, ordene los placares, haga algo que le guste, etc., pero no coma. La ansiedad no debe asociarse a la comida.
Recuerde que lo más difícil no es bajar de peso sino mantenerse y que la obesidad no se cura, sólo se puede controlar.

Comer para vivir, o vivir para comer


Somos lo que comemos, de manera que es muy importante elegir los mejores alimentos y los nutrientes necesarios para estar saludables y cuidar la forma de comer, porque influye en la digestión y en el peso del cuerpo.
Si se siguen algunas pautas de comportamiento relacionadas con la manera de ingerir los alimentos, se puede garantizar una digestión óptima y la posibilidad de mantener el peso, en armonía con la estructura física. En una palabra, se trata de comer en forma consciente.
Es necesario prestar atención a las señales de hambre, porque cuando el cuerpo necesita alimentos, manda la orden al cerebro y el cerebro la registra.
Para las personas que tienen exceso de peso, tener hambre es una señal de peligro, sin embargo, obedecer esta señal es una de las medidas más eficaces en un plan de alimentación saludable.

La clave es comer cuando se siente hambre y dejar de comer cuando se siente satisfecho, pero no lleno. Solamente de esta forma la digestión funciona en forma óptima, porque si se come en exceso, los alimentos no pueden ser digeridos totalmente.
Quienes suelen comer apurados  es habitual que coman para gratificarse, y lo hagan cada vez que tienen un problema emocional. Los alimentos son para nutrir el cuerpo y no para aliviar los estados 
de ánimo, ya que produce consecuencias indeseables recurrir a la comida cuando se siente depresión o angustia.
En cuanto a los que sufren de obesidad, muchas veces comen sin tener hambre, simplemente porque es la hora de comer y también es frecuente que vuelvan a comer antes de digerir la comida anterior.
El cuerpo es inteligente y prestarle atención es esencial, porque refleja la sabiduría de la naturaleza.
Hay personas que necesitan distraerse mientras comen, ya sea leyendo el diario o mirando la televisión. En estos casos, lo más probable es que no se den cuenta de lo que comen y por eso comen de más.
Pasa lo mismo si tienen un encuentro de trabajo o si al mismo tiempo están elaborando algún interesante proyecto o concertando algún negocio. En estas circunstancias no se puede tener conciencia de lo que se está comiendo ni se registran las señales que el cuerpo emite cuando está satisfecho.
Las comidas tienen que realizarse en un ambiente placentero y tranquilo para poder disfrutar de los alimentos, comer sólo lo necesario y tener una buena digestión. .
Acostúmbrese a elegir para su alimentación los mejores alimentos, preferentemente frescos, reduciendo al mínimo el consumo de conservas, congelados o envasados, comidas de varios días y las cocinadas en horno de microondas.
La comida no soluciona los problemas, al contrario, los empeora, porque el exceso de calorías se transformará en grasa. Los estados emocionales se resuelven a otro nivel, manteniendo relaciones sanas que es lo que permite sentirse plenos.
Es mejor hacer la comida principal al mediodía y la cena más reducida, porque al mediodía tanto la absorción de los alimentos como el metabolismo de los nutrientes, es mayor.
Existen innumerables dietas pero para que una dieta sea eficaz tiene que ser rica, fácil de preparar, balanceada y que se pueda mantener siempre.

Friday, August 24, 2012

Menu: Sugerencias, sano y rico


MENU.                      Sugerencias
Si eres de esas personas que no tienen tiempo ni para comer, ¡sigue leyendo!  A veces resulta más apropiado hacer una sola preparación que contenga alimentos variados en lugar de procesarlos de manera separada.
A estas preparaciones las llamamos platos únicos. Una sopa hecha a base de pollo o carne con vegetales y granos, así como una ensalada con trocitos de pollo acompañada de una rebanada de pan, pueden ser comidas completas.
Características de un buen menú
A veces pensamos que un buen menú sólo puede ser obra de un gran chef, pero siguiendo algunas recomendaciones es posible lograr un buen menú sin tener grandes conocimientos culinarios:
1.      No dejes que los sabores de los diferentes alimentos compitan entre sí: si uno de ellos tiene un sabor fuerte acompáñalo con otros muy suaves que realcen su sabor. Por ejemplo, si preparas un pollo con pimentón es mejor acompañarlo con un arroz blanco en lugar de un arroz al curry cuyo sabor pueda ser tan fuerte como la salsa del pollo.
2.      Varía los colores: un menú de varios colores es mucho más atractivo a la vista. Si tenemos una carne con salsa de ciruelas, se debe combinar con puré de papas y ensalada de pepino y tomates en lugar de hacerlo con unos hongos cocidos y un arroz integral, ya que todo terminaría teniendo el mismo color.
3.      Varía las formas y las texturas: si las texturas y las formas de los alimentos que combinamos son diferentes, nuestra experiencia culinaria será más amplia porque involucraremos otros sentidos (vista, tacto), en vez de combinar sólo sabores (gusto). Es decir, si uno de nuestros alimentos es crujiente, otro puede ser más seco y otro más jugoso para que el paladar pueda diferenciar además de los sabores de cada uno, las texturas de los mismos. Si comemos medallones de pavo con salsa (jugoso), es mejor combinarlos con puré de papas (cremoso) y ensalada de repollo y zanahoria rallados (crujientes) en lugar de tener las papas horneadas en ruedas y la zanahoria también en ruedas (formas y texturas similares a los medallones)
4.      Combina diferentes técnicas de preparación: si un alimento de tu plato es horneado, sus acompañantes pueden estar al natural o a la plancha.
5.      Armoniza los sabores: si un alimento del menú es salado o ácido, no olvides ponerle un toque de dulce para balancear, este puede venir de una fruta o unas pasas agregadas a la  receta y no necesariamente debe ser azúcar.
6.      Por último vale la pena destacar que un buen menú merece ser servido en un ambiente agradable. No es necesario tener en nuestra casa una vajilla de lujo para que nuestro menú luzca bien, solo necesitas algo de creatividad. Un plato sencillo bien limpio y adornado con gusto, servido en un comedor acogedor puede ser el complemento ideal para un buen menú.

Wednesday, August 22, 2012

Amigos son los amigos!


Cultivar buenas amistades!


Pocos dudan de los beneficios de la amistad. Esta no se crea de una vez,debe recrear una y otra vez. Las personas y las prioridades cambian. Lo que funcionó ayer puede no funcionar hoy. Debemos cultivarla  para que pueda florecer a lo largo de nuestras vidas, y ahí es donde esta guía entra en juego.
Elegir buenos amigos. Concentre su energía en las personas que te hacen sentir bien. Todos conocemos el dicho, "usted no puede escoger su familia". Por lo tanto, asegúrese de que usted es inteligente y elija a amigos dignos de su tiempo y atención. Si no lo hace tendrá menos para dar a los que más lo merecen.
 Rodéese de personas que reflejen lo que Ud. quiere ser. Elija amigos que se sienten orgullosos del saber, personas que admira, que aman y respetan.
Tómese un tiempo. Priorizar las relaciones.
 La vida  corre. Podemos pensar en la gente, y surge algo y nunca los llama. El mes termina, viene otro, y de nuevo esa llamada nunca se hizo. No caiga en el hábito de pensar que va a "tratar de encontrar el tiempo". Es una excusa. No se puede encontrar el tiempo. Usted hace ese tiempo. Cada día usted decide dónde pondra su atención, y las actividades a realizar, a su vez crea su día, su semana y, finalmente, su vida. Sea consciente de dónde enfocar su tiempo y energía. ¿Esta de acuerdo con sus valores y cómo quiere que sea su vida? No sirve de nada decir "mi familia y los amigos son lo más importante" si usted trabaja 80 horas a la semana y nunca los ve. Sea consciente de cómo gasta su tiempo y elija  priorizar a las personas en su vida. La manera más fácil de hacer que el tiempo con los amigos es organizar reuniones futuras mientras están todos juntos. Tómese un tiempo para esa primera reunión, y luego elaborar el calendario de la próxima. De esa manera usted lograra verlos regularmente. Hagase el tiempo para enviar un correo electrónico o una llamada telefónica rápida para mostrarle a sus amigos que les importa. De lo contrario, ¿cómo lo sabran?
Trate a los demás como quieres ser tratado.
Esta es una de las primeras lecciones que mi madre me enseñó, y es probablemente la más importante. Es posible que haya oído hablar de la ley de la atracción, que dice que lo que proyectamos al mundo se nos enviará de vuelta. Esto significa que usted debe decidir qué cualidades son importantes para usted, porque usted no puede recibir lo que no da. Sea considerado. No haga planes los que no mantendrá. Sea un refugio seguro para sus amigos, alguien en quien puedan confiar. ¿Qué cualidades son  prioritarias para usted? ¿Usted sólo quiere un poco de risas de vez en cuando, o personas que estarán allí para usted cuando la vida lo sorprenda?
Diversion. Compartir rituales. Reir a menudo.
Cualquier relación a largo plazo puede caer en la rutina. Tómese el tiempo para divertirse, tal vez hacer las actividades que le gustaban cuando era mas joven. Si la vida no es divertida, entonces ¿cuál es el punto?  Concéntrese en la alegría y la risa y sus amistades y se mantendrá una presencia positiva en su vida.
Apóyese en los rituales. Se conecta con sus amigos y su juventud. Memorias compartidas ayudan a definir nuestra vida y cómo nos vemos a nosotros mismos.
Acepte a las personas como son. Evite juzgar.
 La clave  de la amistad y la resolución de los conflictos es aceptar a las personas tal como son. Todos tenemos diferentes fortalezas y debilidades. No podemos controlar a los demás, y, francamente, no tenemos derecho a juzgar. Cuanto antes aceptemos esto, más fácil se vuelven  nuestras relaciones .
Respeto.
No critique a su pareja amiga, niños, estilo de crianza de los hijos o la familia. Esto siempre es un no rotundo
Habrán desacuerdos. Mantenga la calma. No hagas una montaña de un grano de arena.
 Antes de reaccionar ante una situación dolorosa con un amigo, siempre parar y respirar. Trate de no reaccionar con ira. Expresa tus sentimientos con sinceridad, pero con calma.
Acepte que las amistades cambian  y a veces terminan.

Aunque he tenido la mayoría de mis amistades desde que era un adolescente, hay momentos en la vida cuando las personas cambian lo suficiente como para no tener nada en común. Mantenga una mente abierta y un corazón abierto, y a esperar y ver
Disfrute con amabilidad y respeto, y deje que los otros hagan lo mismo.
Este es probablemente el punto más importante. No se puede ser amigo de los demás, si usted no es un amigo de si mismo. ¿Alguna vez ha notado que algunas personas se aprovechan de todo el mundo.?. Esto no es una coincidencia. Si desea que otra gente lo trate con respeto, entonces usted necesita ser la primera persona en respetarse a sí mismo. Ser un buen amigo no significa ser un felpudo. Cuanto más feliz sea, más se tiene para dar a los demás. Es un gran circulo de una felicidad. Únase a la misma.!!

Friday, August 17, 2012

Ocho maneras de dejar de postergar/se!


¿Qué puede hacer usted para lograr más de lo que quiere o tiene que hacer? He aquí algunas sugerencias inmediatas:
1-Elija el lugar o momento más adecuado para empezar
Si el primer paso parece el más difícil, empiece con otra parte/accion que no sea tan pesada.
2-Busque un espacio de trabajo
Un lugar adecuado facilitara la tarea.
3-Trabaje con su lista de tareas pendientes
Haga frente a las tareas más difíciles durante su horario de máximo rendimiento.
4-Sea realista sobre lo que puede hacer
Los mas ordenados suelen tener un sentido realista de tiempo, puede que tenga la sensación de que una tarea va a ser muy larga o dificultosa, pero cuanto más realista se vuelva, menos probabilidades tendra de posponer las cosas "mucho tiempo"..
5-Utilice y optimice los minutos disponibles para usted
Recuerde que incluso cinco minutos es tiempo suficiente para hacer algo. Una o dos llamadas de teléfono puede ser hechas en ese momento.
6-Prémiese
Después de cumplir con los plazos por mas pequeños que sean, tomese un regalo aunque sea pequeño. Cuando el proyecto se complete, piense en un premio un poco mas importante.
7-Creatividad para buscar mas tiempo
Si le parece que en realidad no existe mas tiempo, adelante una media hora su programación. Si usted realmente quiere hacer jogging, trate de levantarse una media hora más temprano cada día (o los fines de semana). Si desea hacerlo, usted encontrará el tiempo.
8-Comience y decidase
La parte más difícil es comenzar. Una vez que esté en marcha, será más fácil seguir adelante. Usted también puede y una vez que haya empezado, ha superado el mayor obstáculo.

Thursday, August 16, 2012

Elvis Presley


A 35 años Elvis Presley sigue vivo


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16/08/2012 12:36:47
Por Juan Puchades
Hoy se cumple el treinta y cinco aniversario de la muerte de uno de los mitos mayores de la historia del rock, Elvis Presley. Ocasión que Juan Puchades aprovecha para homenajearlo y recordar su legado discográfico.
Recuerdo vagamente el día que Elvis (con él lo de Presley es accesorio) murió. O más bien el siguiente, el 17 de agosto, cuando la radio avanzó la noticia y el telediario (en aquella España de televisión única en dos canales) se hizo eco del acontecimiento.
Yo era un chavalín de once años, pero Elvis era por entonces uno de mis mitos mayores (de hecho, si lo pienso bien, no creo que tuviera otro, los Beatles no entraron en mi vida hasta unos meses más tarde): representaba el rock and roll, TODO el rock and roll, ese género que veintitrés años antes había ayudado a poner en pie.
No lloré, pues a esa edad todavía era un niño y no había conocido la muerte de cerca, que es cuando comprendes con meridiana crudeza todo su significado, que todos tenemos fin y que, tarde o temprano, debemos acostumbrarnos a convivir con ella. Así que, por entonces, las percepciones, deduzco, serían confusas.
Por supuesto que me impactó, vaya si me impactó. Pero puestos a rememorar, recuerdo con mayor claridad la mañana en la que supe que habían asesinado a Lennon, tres años después, eso sí que fue un desgarro y la clara constatación de que los mitos, por grandes que sean, también son mortales.
Pero, lo que son las cosas, hace unos días (mera coincidencia temporal con este treinta y cinco aniversario) me caían tremendos lagrimones (es lo que tiene la edad, que entre otros efectos perniciosos reblandece las glándulas lagrimales) al leer sobre ese pulso heroico que Elvis mantuvo consigo mismo durante los días preparatorios de lo que conocemos como el «comeback del 68», el fabuloso especial televisivo que lo sacó del aturdimiento en el que andaba sumido por entonces (bueno, más o menos como casi siempre) y que lo devolvió a los escenarios en un momento en que sus finanzas empezaban a tambalearse y la carrera cinematográfica había dado de sí todo lo que podía.
La de Elvis es, como la mayor parte de las biografías de los pioneros del rock, una historia trágica (otra casualidad reciente: llevo unas semanas metido en ellas para preparar la serie que se está publicando estos días aquí mismo, en la sección «El oro y el fango»).
El tipo tuvo el mundo a sus pies pero, tremendamente pusilánime y contradictorio, se dejó arrastrar por los acontecimientos, marcando un antes y un después en su carrera tras el servicio militar en Alemania: al regresar a los Estados Unidos era un adicto a las anfetaminas (las consideraba medicina y pronto empezó a contrarrestar sus efectos con somníferos, iniciando el camino al consumo constante de todo tipo de drogas farmacéuticas), un niño grande tan caprichoso y tirano como generoso con los demás, rodeado de una cohorte de aduladores a sueldo cuya única función era bailarle el agua, hacerle compañía, reírle las gracias, jugar con él, darle la razón, facilitarle la existencia.
Se dejó enredar por el coronel Parker para enfocar su carrera hacia el cine mientras soñaba con ser un gran actor (admiraba a Dean y a Brando y quería ser como ellos) en papeles dramáticos y acabó rodando una ristra de películas infumables de bajo presupuesto que le reportaban cifras astronómicas pero en las que ejercía de cara bonita que cantaba canciones insípidas y que se filmaban a destajo en dos o tres semanas, rodando varias al año. Vivía aislado en Los Ángeles, en Memphis o en Las Vegas, gastando sumas inimaginables en dar salida a caprichos de todo tipo, de los que se encariñaba con la misma rapidez con la que los olvidaba. Atravesó su particular momento místico que le puso contra las cuerdas de la paciencia de Parker.
Pero es que Elvis era, esencialmente, un ser inestable que se aburría mucho y se comportaba exactamente como lo hacen los ricos que se aburren mucho. Pero lo más duro para Elvis era ser Elvis, estar a la altura de su propio mito, cumplir con las expectativas que pensaba que los demás (el público) tenían puestas en él, y así su carrera acabó por ser un zigzagueante sinsentido, reflejo dramático de su propia existencia. Y lo peor, lo más terrible, es que era plenamente consciente de todo ello. Por lo menos lo fue hasta los primeros setenta, cuando perdió toda conciencia de la realidad y encaró la recta que le abocaría hacia el penoso final.
Pero ese es el misterioso Elvis humano, el que nunca conocimos y nunca conoceremos, el que podemos atisbar en las biografías escritas sobre él, luego está el que realmente importa: el que quedó en los discos y al que tenemos acceso. Pero para entender la discografía de Elvis primero hay que fragmentarla en tres bloques: los discos de estudio, los de directo y las bandas sonoras (o discos con canciones para películas, que sería una definición mucho más acertada).
Por duro que parezca, hay que renunciar al grueso de estas últimas: a Elvis no le interesaban lo más mínimo, despachaba las sesiones de grabación para sus películas en un par de días como mucho, él no seleccionaba los temas e incluso se avergonzaba de la mayoría de ellos.

Por su lado, los discos de directo son los que muestran su evolución en el escenario. Todos son esenciales pues, por irregulares que resulten, documentan el sonido en vivo de alguien que se crecía sobre las tablas y sirven para completar el puzzle sonoro.Eran grabaciones que habitualmente se realizaban en Hollywood y sin ninguna implicación personal o emocional por su parte. Más o menos como el que fríe churros o trabaja en una cadena de montaje. En 1967, grabando temas para una película (de forma excepcional en Nashville), llegó a pedirle al productor Felton Jarvis que esas canciones nunca fueran editadas, tanto le sonrojaban.
Debemos considerar esos discos, por tanto, únicamente como material para forofos completistas capaces de echarse al oído cualquier cosa por la única razón de estar interpretada por Elvis. En ellos la rutina artística es un hecho y los bostezos (cuando no la irritación) están asegurados. En todo caso, los primeros de esos elepés, «Loving you», «King creole», «G.I. Blues» y «Jailhouse rock» (un epé posteriormente alargado a cedé con temas de esta película y de «Love me tender») sí merecen ser tenidos en consideración.
Imprescindibles serían «In person at the International Hotel, Las Vegas, Nevada» y «On stage», que conforman una suerte de inflamable díptico de registros en vivo de 1969 y 1970, cuando regresó a los escenarios tras diez años alejado de ellos y maduró un discurso que se nutría de rock, gospel, country y soul.
Por último, las grabaciones en estudio pensadas como álbumes, y que suman un total de veintidós discos –dejando al margen los recopilatorios (los «Golden records» son imprescindibles al incluir inéditos) y los elepés publicados tras su muerte–, son las que hay que tener (sin olvidar el cedé que recoge las tomas para Sun Records) y las que, ciertamente, constituyen el legado creativo de un vocalista tremendamente inquieto que aunque no componía, en el estudio sabía lo que quería:
Pese a la presencia de productores, Elvis participaba, opinaba y decidía. Un legado sonoro que pasa de lo sublime («Elvis Presley», «Elvis», «His hand in mine», «How great thou art», «From Elvis in Memphis», «Back in Memphis», «Promised land») a lo correcto (me niego a reconocer discos malos de Elvis en estudio: hasta en los más lamentables hay momentos que te hacen postrarte ante la profundidad de alguna de sus interpretaciones, y para mí eso es mucho) y que es como un recorrido por la obra de alguien que revolucionó el mundo con el primer rock pero que, rápido, fue creciendo como vocalista (en muchas temporadas de completa dejadez, a su pesar y sin ser consciente de ello) y que pretendió tocar todos los palos que despertaban su fibra sensible.
Hoy quizá pueda parecer demencial su evolución, pero fue la que fue, la de alguien que, en el fondo, había llegado al rock de casualidad y que se había educado con espirituales, blues, country y escuchando tanto a Bing Crosby como a Frank Sinatra.
Un señor que, para entender sus inclinaciones sonoras, baste decir que en su treintena estaba totalmente fascinado por Tom Jones. Así fue Elvis, y hay que tomarlo o dejarlo. Enfurecerse con el grueso de su obra y pensar que el único Elvis posible es el de Sun Records y el de los dos primeros elepés en RCA es puro reduccionismo, un falso espejismo y un no querer admitir su realidad musical.
A Elvis hay que interpretarlo como un vocalista poliédrico, seguramente no tan perfecto como sus fans más acérrimos quisieran pensar (uno de ellos, hace años, mediante carta anónima amenazó con matarme si volvía a escribir sobre él).
Pero, ¿quién quiere escuchar a cantantes perfectos? Elvis hacía suyo lo que cantaba, era absolutamente expresivo, se manejaba en múltiples registros y era capaz de envolver, abrazar y conmocionar al oyente cuando él se había emocionado interpretando en el estudio (lo que ocurría con cierta facilidad cuando el material musical y la compañía humana eran de su agrado).
Un cantante que necesitaba estar presente en las grabaciones, implicarse, compartir con los músicos que grababan para él (tocando todos juntos en directo y a los que, para sorpresa de muchos, trataba con exquisita educación). Alguien que apagaba las luces de la sala y encendía velas cuando entendía que una canción requería del máximo recogimiento para ser interpretada.
Elvis se estremecía cantando, disfrutaba con lo que hacía y era capaz de proyectarlo sobre cinta magnética para goce de todos nosotros. Ese es el Elvis que nos queda y el que debemos valorar.
Podemos especular con cómo habría sido su carrera a partir de 1977, cómo habría superado los años ochenta, cómo habrían sido sus décadas de los noventa y dos mil (¡¿habría grabado con Rick Rubin?!), qué estaría interpretando hoy, a los setenta y siete años… Creo que todos podemos imaginarlo en esos periodos, pero no sirve de nada, Elvis es el de la voz eternamente atrapada en las grabaciones de que disponemos. No hay más que eso, y no es poco para hacernos felices. Disfrutémoslo. Ahí es donde Elvis permanece vivo.

Ser feliz, una empresa posible.


 Se aprende a ser feliz? Segun los especialistas, SI!!!

Por mal que estén las cosas, no hay que perder jamás el buen humor, de lo contrario, te debilitarás física y psíquicamente
La felicidad, el bienestar, y la alegría de vivir no vienen de fuera, no depende de los demás ni de las circunstancias especialmente. Nosotros mismos podemos proporcionárnoslas cada día.
Los pilares de la felicidad
Según el psicólogo, pedagogo y escritor Bernabé Tierno, es importante que saber que a ser feliz también se aprende.
Para este experto, precisamente en este momento de la historia de la humanidad en el que se ha alcanzado una alta esperanza de vida en los países desarrollados, al mismo tiempo, la depresión, el estrés y las prisas de una sociedad enloquecida y sin tiempo para vivir, malogran nuestra existencia. Pero avalado por estudios científicos, Bernabé Tierno nos muestra cómo podemos desarrollar y reeducar los sentimientos que hasta hace décadas estaban enraizados en el espíritu humano y que debido a la nueva jerarquía de valores que nuestra sociedad ha creado, parece que hemos olvidado.
Lo primero que nos aconseja este pedagogo para ser feliz es hacer un inventario de todas las cosas buenas que nos ha deparado la vida hasta hoy y dejar en el olvido todo lo negativo.
Dice además que hay que ponérselo fácil a la felicidad, de este modo ella no nos abandonará ni en los peores momentos. Hay que decantarse, enfatiza Tierno, por los hábitos saludables y por el disfrute de lo que tenemos y somos.
Otra apuesta segura, dice este experto en felicidad es quererse, valorarse, gustarse, perdonarse y hacernos homenajes a nosotros mismos. De igual modo, hay que procurar que la felicidad que vivamos en cada momento no se quede sólo en nosotros, hay que compartirla e irradiarla.
Es fundamental, dice Tierno, no dejar de cultivar cada día nuestra mente con los mejores pensamientos y nuestra alma con los mejores sentimientos.
Por otra parte, este experto nos recuerda que las crisis forman parte de la vida del hombre. Por tanto, lo inteligente y práctico es aceptarlas y transformarlas en una oportunidad extraordinaria para fortalecernos y enriquecernos, cambiar el “chip”, la actitud y la rutina pesimista y centrar nuestra mente en los que tenemos y no en lo que nos falta.
Su consejo es que hay que vivir el presente, el hoy, aquí y ahora de cada día y disfrútalo, sean cuales fueren las circunstancias y no perder ni un minuto en lamentos.
Todos los especialistas en el tema de la felicidad coinciden en que es un hecho que tener más cosas no es ser más, ni te garantiza la felicidad. La felicidad auténtica, manifiestan, necesita dar, contagiar, hacer el bien y hacer felices a los demás. Hay por tanto que vivir como se piensa, en paz y buen entendimiento consigo mismo y con los demás.
La felicidad es quererse, valorarse, gustarse, perdonarse y hacernos homenajes a nosotros mismos
La felicidad, la mejor medicina
Las personas felices se sienten más saludables y son menos proclives a padecer problemas de salud.
Las personas que se sienten más contentas y positivas perciben que su estado de salud es mejor, en contraposición a aquellas que son menos felices, que tienden a tener más presente los problemas físicos y psicológicos que les afectan, dicen los expertos.
Los especialistas aseguran que pese a que padecer un problema médico o psicológico tiene efecto en nuestra satisfacción vital, ante un problema de salud las personas más felices se sienten con mejor estado de salud que las menos felices. Además, y de forma general, todos los problemas de salud están menos presentes en el grupo de personas más felices, a excepción de alergias y problemas dermatológicos.
Además, dicen que se ha constatado por diversos estudios que los problemas psicológicos afectan en mayor medida a nuestra felicidad que los problemas físicos. A este respecto, muestran que la proporción de tener una depresión en el grupo de personas más felices es nueve veces menor que en el grupo de los menos felices, y la de padecer insomnio, cuatro veces menor.
El apoyo social como factor protector de la felicidad
La evidencia científica sobre la influencia de la felicidad en la salud está aumentando en los últimos años. En concreto, existen estudios que han evaluado positivamente la relación del bienestar y la felicidad con respecto al sistema inmunitario, a nivel neuroendocrino, o en relación al área cardiovascular.
También indican que se ha observado que el sentirse acompañado, y en concreto, la familia y los amigos, hacen que las personas se sientan con mejor estado de salud, a diferencia de los que cuentan con menos apoyo. Junto a ello, las personas que se sienten arropadas preservan en gran medida su nivel de satisfacción cuando sufren un problema de salud.
Por tanto, los optimistas y con resiliencia (capacidad de sobreponerse a la adversidad) no ven reducida su felicidad y satisfacción vital en los momentos difíciles, al contrario que las personas cuyo optimismo, resiliencia y sentido vital se encuentren en niveles bajos.
Así pues, de forma general, según la importancia dada a un problema de salud, se cumple la relación ‘más afectado-menos satisfecho- y ‘más importancia dada-menos satisfecho’.


 ¿TE ATREVES A VIVIR SIN EXCUSAS?

 De acuerdo con los expertos, tanto para eliminar un mal hábito, como para establecer uno más productivo, es necesario trabajar durante 21 días consecutivos. Este es el tiempo mínimo que la mente subconsciente requiere para fijar el nuevo comportamiento. Al principio te asaltarán las dudas; eso es normal.
 Pero la buena noticia es que las leyes de la vida funcionan siempre que las respetes. Esto quiere decir que si siembras una planta de tomate correctamente y la riegas de la forma indicada, a pesar de tus dudas, pronto tendrás una planta de tomate.
 REGALATE 21 DIAS PARA TRIUNFAR
1. Analiza qué no te gusta de tu vida. Determina qué has hecho para producir estos resultados. En otras palabras, mira hacia atrás para ver qué circunstancias, elecciones o decisiones han contribuido a crear la realidad que vives actualmente.
2. Elige qué comportamiento deseas eliminar de tu vida y cuál quieres poner en su lugar.
3. Escribe los pasos específicos que debes dar para lograrlo. La mente subconsciente no entiende mensajes ambiguos o negativos. No escribas: ¿Alimentarme mejor?. Escribe: ¿Comer frutas y vegetales frescos en el almuerzo y en la cena, en lugar de alimentos procesados?.
Determina qué necesitas para lograrlo y cómo eliminar de la alacena los alimentos procesados.
4. Prepara una agenda de 21 días, donde anotarás tus logros y tropiezos. Si caes en un bache, analiza por qué.
5. Cambia un hábito o implementa un nuevo comportamiento a la vez. No abarques demasiado, pues esto podría abrumarte y se disminuyen tus posibilidades de éxito.
6. Si fallas o te saltas un día, no lo veas como un fracaso. Simplemente comienza de nuevo desde el primer día. Recuerda: debes seguir el plan durante 21 días consecutivos.
 EVITA EL ¿CONTAGIO?
Durante esos 21 días es importante que no trates de reclutar a otros para que te acompañen en tu misión; evita contarles tus planes a personas negativas o sarcásticas.
Este es tu proyecto. Muchas veces, quienes no pueden lograr sus metas se consuelan pensando que este es un problema que enfrentan todos y podrían tratar de convencerte, ¿por tu bien?, de que vas a fracasar.
 No las escuches y sigue adelante. Es preferible que les muestres el resultado y no el proceso. Al final, lo más positivo de esta experiencia no será solamente el que hayas llegado a tu meta, sino que sabrás, por experiencia propia, que sí puedes transformar tu vida.

Tuesday, August 14, 2012

ETIQUETAS

Las "etiquetas" que ponemos.



"Trate a las personas como si fueran lo que deberían ser y las ayudará a convertirse en lo que son capaces de ser."
Goethe


La cuestión de las etiquetas es, comunmente hablando, una cuestión de límites, pero en el sentido negativo de la palabra. La capacidad de aprendizaje está limitada por un lado por su herencia genética y por otro por el ambiente más o menos favorable en el que se desenvuelva. Las etiquetas son límites que imponemos a la otras personas, casillas en las cuales deben caber y a las que deben amoldarse respondiendo a las limitadas expectativas que hemos puesto sobre ellos.
"¿Siempre has de ser tan testarudo?"; "¿Lo ves? Es que no haces nada bien "; "Deja de mirarte en el espejo de una vez, presumida". Mensajes aparentemente neutros, y la mayoría de las veces inconscientes, pero debemos revisar si ayudamos con ellos a avanzar correctamente o si por el contrario estamos cerrando la puerta al cambio y al aprendizaje.
 "Es que a mí nadie me ha dicho nunca que hago algo bien". Los mensajes que enviamos  cuando nos fijamos sólo en sus errores o en sus fracasos le transmiten la idea de que no sirve para nada, o de que difícilmente logrará superar cualquier problema que se le presente.
Todo ser humano,es un ser en constante cambio y transformación. Sus capacidades adaptativas son muy grandes, pero debe encontrar un ambiente que le estimule y le aliente para el éxito. Cuando resaltamos con mayor énfasis las facetas negativas estamos yendo en contra de principios fundamentales en educación: la comprensión, el aliento y el reconocimiento del esfuerzo y de los logros.


Si en mi trabajo, una y otra vez, mi superior señala mis equivocaciones y pasa por alto mi esfuerzo y los buenos resultados en otras tareas, me sentiré desmotivada, apática frente al trabajo y probablemente sin ideas. Cuando tildamos de "vago", de "despistado" o de "fracasado" estamos haciendo mella profunda en el concepto que tiene de él mismo provocándole un sentimiento de inseguridad no sólo de sus capacidades sino de su propia valía. 
A menudo es difícil ser capaz de mantener una actitud positiva, de comprensión y apoyo cuando una conducta negativa se manifiesta una y otra vez. En definitiva, la etiqueta que tiene adjudicada y de la que debemos conseguir que se desprenda.

Monday, August 13, 2012

ALFABETO DIGITAL


Sunday, August 12, 2012

Manos a la obra: ganando tiempo


COMO ENCONTRAR MAS TIEMPO LIBRE PARA NOSOTROS
Todos tenemos muchas cosas que queremos hacer, aunque sea algún dia. Puede ser dedicar mas tiempo a lectura o escribir esa novela que nos ronda en la cabeza. Probablemente ese tiempo nunca lo encontremos como le ocurre a la mayoría de las personas. El tiempo es finito y muy requerido.  Muchos logran, sin embargo, hacerlo  rendir.
Que podemos hacer? Es posible en medio de las obligaciones cotidianas lograr el tiempo necesario que tanto queremos? Algunas ideas:
Ver nuestra vida en perspectiva: Quizas podamos retirarnos y observar nuestra prioridades. Medio dia, un dia, un fin de semana.  Organizarnos y hacer un mapa de ruta. Posible. Quizas hacer una lista de solo 4 o 5 cosas que son realmente importantes y focalizarnos en ellas. Otra idea ver en que perdemos el tiempo: esas llamadas interminables por teléfono, chatear o visitar sitios en Internet, mirar mucha televisión. Nadie dice dejar todo, pero si hacer una lista de prioridades. Reducir, eliminar. Depende de nosotros. Ver que hacemos y que realmente queremos hacer.  Escribir un plan diario puede ser una forma util para empezar y focalizar esfuerzos. Ir consolidando los logros. Animo. Se puede. Tambien, en vez de ir de compras todos los dias, ir una vez al super o al lavadero. Ahorraremos tiempo y esfuerzo. Repensar la rutina. Hay alguna forma de hacer las cosas de manera mas eficiente?  Tambien aprender a decir que no y delegar nos dejan tiempo libre. No sentirnos culpables al tener que decir NO. En cuanto a delegar, alguien en la casa nos puede ayudar. No querer ser una super mujer, es parte también del aceptarnos. Cortar lo que nos distrae. Por ejemplo el teléfono, ordenar para no perder tiempo buscando algo. Lo que no podamos hacer nosotros mismos, pagarle a alguien para que lo haga. De las dos o tres tareas mas importantes del dia, empezar pos la mas pesada. Asi ya nos sacamos de encima  “la espada de Damocles”, lo ineludible. Aprovechar las primeras horas del dia, asi también como el tiempo libre después del trabajo. Planificar, reorganizar, reducir, delegar. Mas o menos estos serian los conceptos principales a la hora de “ganar tiempo”, y buen resultado se espera. Manos a la obra.


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Saturday, August 11, 2012

Te gusta la lectura? Libros para bajar y disfrutar

Cursos de todo un poco y ...sin gastar

Una imagen vale más que mil palabras



En nuestro tiempo cada vez tienen más importancia los sistemas de comunicación no verbal.
La comunicación no verbal se realiza a través de multitud de signos de gran variedad: Imágenes sensoriales (visuales, auditivas, olfativas…), sonidos, gestos, movimientos corporales, etc.Características:
  • Mantiene una relación con la comunicación verbal, pues suelen emplearse juntas.
  • En muchas ocasiones actúa como reguladora del proceso de comunicación, contribuyendo a ampliar o reducir el significado del mensaje.
  • Los sistemas de comunicación no verbal varían según las culturas.
  • Generalmente, cumple mayor número de funciones que el verbal, pues lo acompaña, completa, modifica o sustituye en ocasiones.
Entre los sistemas de comunicación no verbal tenemos:
  • El lenguaje corporal. Nuestros gestos, movimientos, el tono de voz, nuestra ropa e incluso nuestro olor corporal también forman parte de los mensajes cuando nos comunicamos con los demás.
  • El lenguaje icónico. En él se engloban muchas formas de comunicación no verbal: código Morse, códigos universales (sirenas, Morse, Braylle, lenguaje de los sordomudos), códigos semiuniversales (el beso, signos de luto o duelo), códigos particulares o secretos (señales de los árbitros deportivos).

Friday, August 10, 2012

Peter Pan o no querer crecer





El síndrome de Peter Pan es definido como el conjunto de características que sufre una persona que no sabe o no quiere aceptar las obligaciones propias de la edad adulta, no pudiendo desarrollar los roles (padre, pareja, etcétera) que se esperan según su ciclo vital o circunstancias personales.

Es más frecuente en varones y habitualmente se asocia a problemas para proporcionar seguridad a otra persona, ya que ellos mismos son los que necesitan sentirse protegidos por otros. Este hecho les incapacita en gran medida, ya que lastra su desarrollo personal y dificulta sus relaciones sociales, asociándose con sentimientos de soledad y sensación de dependencia.
 
Consecuencias del síndrome de Peter Pan

Aunque Peter Pan pudiera vivir en un mundo de fantasía, las personas que lo imitan no. El síndrome de Peter Pan trae consigo importantes alteraciones emocionales y conductuales. A nivel emocional son frecuentes los niveles de ansiedad elevados y de tristeza, pudiendo adoptar estos últimos la forma de depresión cuando no son tratados. Al mismo tiempo, la persona se siente poco realizada con su vida, ya que el no asumir responsabilidades le hace también no disfrutar de los retos, lo que indudablemente repercute en sus niveles de autoestima.

Finalmente, en los casos más extremos y extravagantes, podrían aparecer trastornos del pensamiento como el delirio, si bien en estos casos, muy probablemente exista una alteración psiquiátrica que la justifique.


 Causas del síndrome de Peter Pan

El síndrome de Peter Pan puede ser consecuencia de múltiples factores (rasgos de personalidad, estilo de afrontamiento de los problemas, etcétera). De todos ellos, el más importante tiene que ver con la infancia; una infancia excesivamente feliz que el paciente puede llegar a idealizar, o bien, una infancia completamente infeliz, carente de afecto. En el primer de los casos, el síndrome busca inmortalizar esos momentos viviendo en una infancia constante, mientras que en el segundo la función del síndrome es recuperar el tiempo perdido.
 
Por otro lado, la mayoría de los estudios sostienen que este síndrome es frecuente en casos en los que no ha existido un aporte afectivo estable, la educación ha sido demasiado permisiva o ha existido déficit escolar.

Finalmente, existen rasgos de personalidad como la tendencia a la evitación o la dependencia emocional que están íntimamente ligados con este síndrome, no tanto en su origen como sí en su mantenimiento. 

Prevención del síndrome de Peter Pan

Debido a que la primera causa del síndrome de Peter Pan reside en el estilo educativo recibido en la infancia, los adultos que rodean al niño, especialmente los padres, son los principales agentes preventivos de este problema.

En este sentido, no se debe hacer de la vida real de un niño el escenario de Nunca Jamás. Los niños deben también aprender a asumir responsabilidades ajustadas a su edad. Muchos padres evitan esto pensando que su hijo será más feliz si la vida le resulta más cómoda. Para que un niño sea feliz, al igual que un adulto, debe verse resolviendo problemas. Afrontando retos.

Por otro lado, un estilo educativo hostil, rígido y con carencias afectivas importantes también podría predisponer al padecimiento del síndrome. Por lo tanto, el éxito de su prevención reside en educar a los más pequeños de una manera en la que el amor incondicional se combine con unas pautas de conducta firmes y bien establecidas que permitan la aceptación de responsabilidades propias de la edad de crecimiento del niño.

Diagnóstico y perfil de paciente con el síndrome de Peter Pan

El síndrome de Peter Pan carece de entidad diagnóstica en los principales manuales diagnósticos, sin embargo, este hecho no quiere decir que no exista y que no tenga implicaciones clínicas. Por ello, aunque sin hablar de criterios diagnósticos, si podemos hablar de una serie de comportamientos que, en caso de presentarse, sugieren la existencia de este síndrome:
Intenso deseo y necesidad de ser cuidado por otras personas que él considera “más fuertes”.
Incapacidad de comprometerse y de cumplir promesas.
Incapacidad para asumir sus propias responsabilidades. Prefiere que lo hagan otros. Por eso, busca a otra persona que asuma el papel de su “padre”/”madre”.
Quejas y críticas constantes acompañadas a su vez por la incapacidad de proporcionar afecto a otras personas.
Tendencia al egoísmo; siente que todo debe girar en torno a él y se ofende cuando esto no ocurre.
Dependencia especialmente emocional, aunque también es frecuente que exista dependencia económica.
Su comportamiento es negativista o rebelde.
Falta de empatía: este hecho le dificulta las relaciones sociales y le puede llevar a aislarse socialmente, lo que contrasta con un elevado miedo a quedarse solos.
Baja autoestima lo que les produce una bajísima tolerancia a la frustración.
Rasgos de personalidad narcisistas.
Suelen sentirse insatisfechos con sus logros, pero no hacen nada para mejorar su situación.
Verbalizan no querer envejecer, pudiendo idealizar su juventud.