Thursday, August 16, 2012

Ser feliz, una empresa posible.


 Se aprende a ser feliz? Segun los especialistas, SI!!!

Por mal que estén las cosas, no hay que perder jamás el buen humor, de lo contrario, te debilitarás física y psíquicamente
La felicidad, el bienestar, y la alegría de vivir no vienen de fuera, no depende de los demás ni de las circunstancias especialmente. Nosotros mismos podemos proporcionárnoslas cada día.
Los pilares de la felicidad
Según el psicólogo, pedagogo y escritor Bernabé Tierno, es importante que saber que a ser feliz también se aprende.
Para este experto, precisamente en este momento de la historia de la humanidad en el que se ha alcanzado una alta esperanza de vida en los países desarrollados, al mismo tiempo, la depresión, el estrés y las prisas de una sociedad enloquecida y sin tiempo para vivir, malogran nuestra existencia. Pero avalado por estudios científicos, Bernabé Tierno nos muestra cómo podemos desarrollar y reeducar los sentimientos que hasta hace décadas estaban enraizados en el espíritu humano y que debido a la nueva jerarquía de valores que nuestra sociedad ha creado, parece que hemos olvidado.
Lo primero que nos aconseja este pedagogo para ser feliz es hacer un inventario de todas las cosas buenas que nos ha deparado la vida hasta hoy y dejar en el olvido todo lo negativo.
Dice además que hay que ponérselo fácil a la felicidad, de este modo ella no nos abandonará ni en los peores momentos. Hay que decantarse, enfatiza Tierno, por los hábitos saludables y por el disfrute de lo que tenemos y somos.
Otra apuesta segura, dice este experto en felicidad es quererse, valorarse, gustarse, perdonarse y hacernos homenajes a nosotros mismos. De igual modo, hay que procurar que la felicidad que vivamos en cada momento no se quede sólo en nosotros, hay que compartirla e irradiarla.
Es fundamental, dice Tierno, no dejar de cultivar cada día nuestra mente con los mejores pensamientos y nuestra alma con los mejores sentimientos.
Por otra parte, este experto nos recuerda que las crisis forman parte de la vida del hombre. Por tanto, lo inteligente y práctico es aceptarlas y transformarlas en una oportunidad extraordinaria para fortalecernos y enriquecernos, cambiar el “chip”, la actitud y la rutina pesimista y centrar nuestra mente en los que tenemos y no en lo que nos falta.
Su consejo es que hay que vivir el presente, el hoy, aquí y ahora de cada día y disfrútalo, sean cuales fueren las circunstancias y no perder ni un minuto en lamentos.
Todos los especialistas en el tema de la felicidad coinciden en que es un hecho que tener más cosas no es ser más, ni te garantiza la felicidad. La felicidad auténtica, manifiestan, necesita dar, contagiar, hacer el bien y hacer felices a los demás. Hay por tanto que vivir como se piensa, en paz y buen entendimiento consigo mismo y con los demás.
La felicidad es quererse, valorarse, gustarse, perdonarse y hacernos homenajes a nosotros mismos
La felicidad, la mejor medicina
Las personas felices se sienten más saludables y son menos proclives a padecer problemas de salud.
Las personas que se sienten más contentas y positivas perciben que su estado de salud es mejor, en contraposición a aquellas que son menos felices, que tienden a tener más presente los problemas físicos y psicológicos que les afectan, dicen los expertos.
Los especialistas aseguran que pese a que padecer un problema médico o psicológico tiene efecto en nuestra satisfacción vital, ante un problema de salud las personas más felices se sienten con mejor estado de salud que las menos felices. Además, y de forma general, todos los problemas de salud están menos presentes en el grupo de personas más felices, a excepción de alergias y problemas dermatológicos.
Además, dicen que se ha constatado por diversos estudios que los problemas psicológicos afectan en mayor medida a nuestra felicidad que los problemas físicos. A este respecto, muestran que la proporción de tener una depresión en el grupo de personas más felices es nueve veces menor que en el grupo de los menos felices, y la de padecer insomnio, cuatro veces menor.
El apoyo social como factor protector de la felicidad
La evidencia científica sobre la influencia de la felicidad en la salud está aumentando en los últimos años. En concreto, existen estudios que han evaluado positivamente la relación del bienestar y la felicidad con respecto al sistema inmunitario, a nivel neuroendocrino, o en relación al área cardiovascular.
También indican que se ha observado que el sentirse acompañado, y en concreto, la familia y los amigos, hacen que las personas se sientan con mejor estado de salud, a diferencia de los que cuentan con menos apoyo. Junto a ello, las personas que se sienten arropadas preservan en gran medida su nivel de satisfacción cuando sufren un problema de salud.
Por tanto, los optimistas y con resiliencia (capacidad de sobreponerse a la adversidad) no ven reducida su felicidad y satisfacción vital en los momentos difíciles, al contrario que las personas cuyo optimismo, resiliencia y sentido vital se encuentren en niveles bajos.
Así pues, de forma general, según la importancia dada a un problema de salud, se cumple la relación ‘más afectado-menos satisfecho- y ‘más importancia dada-menos satisfecho’.

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